Estudios del proyecto Amazônia 2030, del cual forma parte Imazon, muestran que la biodiversidad amazónica puede ofrecer un nuevo escenario económico y productivo, con insumos clave para los mercados globales de cosméticos, biomedicina y alimentación. Estos productos pueden abastecer tanto a sectores de alta tecnología como a actividades extractivas de productos forestales no maderables, como aceites, frutos, semillas y resinas. Además, representan una posible solución para la transición de una economía basada en materias primas fósiles hacia una economía verde.
En cuanto a las soluciones para el desarrollo de la bioeconomía amazónica de forma general, destacan las investigaciones “Bioeconomia na Amazônia: Análise Conceitual, Regulatória e Institucional”. Estos estudios explican que las distintas propuestas de bioeconomía deben atender a las “diversas Amazonías” desde sus diferentes perspectivas y finalidades, además de valorizar los productos regionales procedentes de la agricultura familiar y de los pueblos y comunidades tradicionales.
En lo que respecta específicamente al fomento de la bioeconomía para el abastecimiento alimentario de los mercados locales, nacional e internacional, sobresalen las investigaciones “Amazônia: Territórios da Comida” y “Soft power, gastronomia e Amazônia”, esta última propone la creación de una “gastrodiplomacia” de la Amazonía. Es decir, una política de relaciones internacionales centrada en la promoción de las cocinas e ingredientes locales.